El Alzheimer es una de las formas de demencia y deterioro cognitivo más conocidas y extendidas. Pero ¿qué sabemos realmente sobre esta terrible enfermedad caracterizada por un deterioro progresivo del cerebro? Aquí te damos toda la información sobre los síntomas, posibles causas y tratamientos disponibles. Una información útil para aprender más y reconocer esta terrible enfermedad.
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¿Qué es el Alzheimer?
Como hemos dicho previamente, el Alzheimer es una forma de demencia. El cerebro se deteriora irreversible y permanentemente, lo que resulta en una pérdida progresiva de sus capacidades, desde la memoria hasta las habilidades cognitivas. Por lo tanto, la persona se vuelve cada vez menos autosuficiente y capaz de relacionarse con el mundo exterior.
Entre las personas más afectadas, sin duda, están las personas mayores, porque esta enfermedad es, sobre todo, pero no solo, una enfermedad de los ancianos. Cuya incidencia aumenta progresivamente con la edad (del 5% de los 65 años, al 20% alrededor de los 80 años). De hecho, las formas de inicio temprano (de 45 años) no se pueden descartar, pero la gran mayoría de las personas tienen los primeros síntomas después de los 65 años.
Síntomas
Al principio es difícil desenmascarar la enfermedad, que tiende a manifestarse, en las primeras etapas, de una manera sutil y silenciosa. La sintomatología típica se puede distinguir en las tres etapas típicas de la enfermedad.
Inicialmente, en la primera fase, hay una ligera pérdida de memoria y una incapacidad progresiva para aprender nuevos conceptos. La persona puede tener dificultades para expresarse y comprender a los demás. También cambia el carácter y la personalidad, tienen problemas para hacer juicios y hacer cálculos matemáticos y razonamientos que requieren una cierta lógica. Como consecuencia se genera ansiedad, depresión y aislamiento social.
En la segunda fase, cuanto más avanza la enfermedad, más aumentan las dificultades. Las acciones de la vida diaria se vuelven muy problemáticas para la persona enferma, la pérdida de memoria se vuelve cada vez más evidente y limitante. Los nombres ya no se recuerdan, ni el de los seres queridos, ni los lugares habituales son reconocidos. Es difícil hablar, escribir y moverse en el espacio, incluso los gestos triviales, como vestirse o lavarse las manos, se vuelven difíciles para los enfermos.
En la tercera fase, los síntomas empeoran y la situación es cada vez más difícil de manejar. El paciente se vuelve prácticamente dependiente de los demás. Hay dificultades para caminar, rigidez de las extremidades, incontinencia urinaria y fecal. Las expresiones verbales se reducen a la repetición de palabras habladas por otros, o la repetición continua de sonidos o gemidos, o incluso mudez.
Las causas
Las causas de la enfermedad aún no se conocen. Entre los factores que intervienen es sin duda la predisposición genética con una historia familiar de demencia (incluyendo a los padres, abuelos, tíos, etc.). También un trauma violento en la cabeza (con coma o amnesia prolongada)
Las causas son difíciles de identificar y el diagnóstico es sumamente complejo. No se dispone de exámenes instrumentales capaces de diagnosticar con certeza la enfermedad de Alzheimer a lo largo de la vida de una persona. Por esta razón, los médicos nunca hablan de un diagnóstico cierto (si no después de la muerte y la autopsia de la persona), sino de un diagnóstico posible o probable.
Los tratamientos
Como hemos visto, disponer de un diagnóstico cierto de una enfermedad tan compleja como el Alzheimer no es nada fácil. Igualmente, es difícil implementar terapias y tratamientos farmacológicos verdaderamente efectivos. Si bien es cierto que actualmente no existen medicamentos capaces de curar la enfermedad de manera definitiva, también es cierto que existen una serie de tratamientos capaces de ralentizar su progresión manteniendo sus síntomas bajo control.
Hay, por ejemplo, inhibidores de la colinesterasa, medicamentos indicados en las etapas iniciales de la enfermedad que aumentan la disponibilidad de una sustancia, la acetilcolina, que se utiliza para la transmisión entre células nerviosas en algunos centros cerebrales muy importantes y que es deficiente en pacientes con Alzheimer. Luego hay una serie de nuevos tratamientos experimentales y medicamentos de nueva generación que pueden mejorar la situación y las condiciones de vida de los pacientes y sus familias.
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