En estos días del año en el que el sol aprieta y visitar la playa o la piscina suele ser la escapada perfecta, es importante mantener un cuidado de la piel óptimo para que luzca en perfectas condiciones. Aunque este cuidado debe realizarse durante todo el año, es en estos momentos cuando la piel lo necesita más que nunca. Solo hará falta adquirir algunos productos claves para el día a día, los cuales pueden comprarse en la parafarmacia online barata Verdú, y seguir unos consejos simples que marcarán la diferencia.
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1. Escoge el factor de protección adecuado
En estos meses de verano donde el sol aprieta y los rayos ultravioletas inciden negativamente en tu piel, es de vital importancia aplicarse protector solar antes de salir de casa en aquellas zonas que estarán más expuestas, sobre todo la cara. Es importante hacerte con un protector que se adapte al tono y la sensibilidad de tu piel, aunque lo más recomendable es apostar por un factor de protección del 30-50.
De esa forma, se estará protegida alrededor de unas dos horas. Esta acción debería ser una rutina incluso en meses donde reina el frío ya que, aunque no se encuentre directamente bajo el sol, protege de la aparición de arrugas, manchas y quemaduras que pueden desembocar en cáncer de piel. La mejor opción es aplicarlo veinte minutos antes de exponerte al sol y continuar este proceso cada dos horas para evitar posibles quemaduras, especialmente en zonas de playa.
2. Limpia y exfolia la piel en profundidad
Para mantener una piel sana y en buenas condiciones, es primordial prestarle algunos cuidados, sobre todo en los meses de calor. En esta época, debido al sudor y a elementos externos como la sal y el cloro, los poros acaban obstruyéndose y concentrando una mayor suciedad dando lugar a la aparición de granitos. Para ello, será necesario establecer una rutina de limpieza y exfoliación cada semana.
Es necesario tener en cuenta el tipo de piel que se tenga para adquirir productos que no perjudiquen aún más la epidermis. El paso más importante es limpiar en profundidad el rostro, ya sea con cremas limpiadoras, agua micelar o jabones especiales. Esto debe hacerse a diario tanto por la mañana como por la noche. Asimismo, es crucial exfoliar la piel al menos una o dos veces por semana para eliminar todas las impurezas y células muertas del rostro y del cuerpo.
3. Hidrata la cara y el cuerpo a diario
A menudo se tiende a centrarse más en el cuidado de la cara que en la del cuerpo, cuando ambas son igualmente importantes. Tras realizar la limpieza y exfoliación, el siguiente paso es la hidratación. No solo evitaremos la aparición de arrugas en la cara, sino que se pondrá freno a la temida flacidez. Para ello, hazte con productos específicos para tu tipo de piel, recurriendo a mascarillas de vez en cuando que aporten luminosidad.
En cuanto al cuerpo, una buena hidratación permite mantener la elasticidad de la piel y retrasar la aparición de las conocidas estrías. Las hidratantes corporales y faciales deben usarse durante todo el año, especialmente tras la exposición solar para evitar que la piel se reseque. Para ello, hazte con un buen aftersun que aporte la hidratación necesaria. Sin embargo, no te olvides de los labios. Aplica un buen bálsamo labial para lucir unos labios perfectamente sanos.
4. Desmaquíllate todas las noches
Irse a la cama sin desmaquillarse tiene consecuencias nefastas para la piel del rostro y el escote. De hecho, esta necesita descansar durante la noche para poder producir las vitaminas y minerales indispensables para mantener la piel luminosa y sana. Lo único que se conseguirá al dormir con el maquillaje será la obstrucción de los poros, la aparición de puntos negros y granitos, así como una pérdida de elasticidad e hidratación.
Pero no solo eso, sino que la piel tiende a envejecer el doble de rápido de lo normal dando lugar a líneas de expresión. Por ello, desmaquillarse antes de dormir hará que la piel pueda oxigenarse. Existen muchas opciones para hacerlo, desde aguas micelares, aceites, jabones neutros e incluso leches limpiadoras. Es imprescindible retirar en profundidad todo el maquillaje para no dejar rastro de suciedad alguna y, a continuación, hidratar la piel con la crema habitual.
5. Alimentación saludable y equilibrada
Aunque resulte demasiado evidente, lo cierto es que cuidarse interiormente repercute en gran medida en el aspecto externo. Según los médicos, beber dos litros de agua diarios permite mantener la piel hidratada y con un brillo saludable, además de aportar firmeza. Sin embargo, la alimentación que sigamos será determinante para que el cuerpo consiga todos los nutrientes necesarios para mantenerse en buen estado.
De hecho, las frutas y verduras serán las protagonistas en cualquier dieta sana y saludable, ya que estas poseen un alto contenido en agua y son ricas en vitaminas, perfectas para lucir una piel perfecta. Además, ayudan a protegerla frente a diversas enfermedades. Alimentos como el pescado, con contenido en Omega 3, son especialmente buenos para las inflamaciones, así como la zanahoria o el brócoli tienen propiedades antioxidantes y producen colágeno que nutre la piel.