La llegada de los meses de sol es siempre un motivo de entusiasmo para una gran parte de la población. Sin embargo, para poder disfrutar al máximo de los días de verano es necesario prestarles atención a las necesidades de nuestros cuerpos. En este artículo veremos algunas recomendaciones sencillas para mantener nuestro cuerpo en perfectas condiciones para disfrutar de la llegada del verano. Algo tan sencillo como comprar champús para la caída del cabello nos permitirá superar con éxito el cambio de estación sin que nuestro cuerpo se vea afectado.
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Prevenir la caída del cabello
El cambio de estaciones a menudo va acompañado de la caída temporal del cabello. Aunque no se trata de una reacción corporal que deba preocuparnos, sí que puede resultar molesta. Una buena forma de prevenir la caída estacional es mediante el uso de champús específicos que fortalezcan las raíces del pelo. Este fortalecimiento puede llevarse a cabo también por medio de la ingesta de vitaminas. A este respecto, una buena idea puede ser consultarle a nuestro dermatólogo de confianza acerca del complejo vitamínico que mejor se ajusta a nuestras necesidades.
Evitar manchas y quemaduras
El sol suele motivarnos a salir y realizar planes al aire libre. Sin embargo, para poder disfrutar de los días soleados de forma segura es necesario tomar las precauciones adecuadas. El uso diario de cremas y lociones solares es uno de los principales hábitos que debemos adquirir. Es muy importante concienciarse acerca de los riesgos que conlleva exponerse al sol sin ningún tipo de protección frente a las radiaciones solares.
Tendemos a pensar que la protección frente al sol se limita a evitar quemaduras. Sin embargo, no podemos olvidar que los rayos solares son también los culpables de la aparición de manchas cutáneas que pueden afectar a nuestro físico. Una forma de evitarlas es usando siempre un factor de protección solar adecuado. Esto es especialmente importante cuando se trata del cuidado facial.
Actualmente es posible adquirir en el mercado todo tipo de productos solares, por lo que encontrar uno que se ajuste a las necesidades de la piel y a nuestros gustos personales no resultará complicado. Este tipo de medidas deben extremarse en caso de los niños y las niñas, así como las personas que tienen una piel clara. Asimismo, la ingesta de anticonceptivos orales pueden influir en la sensibilidad de la piel frente al sol.
Proteger el cabello
Es también necesario proteger nuestra melena de los efectos del sol. Para eso, es posible adquirir sprays en el mercado que protegen las características de nuestro cabello. Esto hace que sea posible reducir la sequedad no solo derivada de los rayos solares, sino también del contacto con el cloro de las piscinas o la sal del mar.
En caso de los cabellos teñidos, uno de los efectos que tiene el sol es la aclaración del tono del pelo. Es por ello por lo que debemos tener un especial cuidado si recurrimos al tinte.
Mantener la piel hidratada
Otro de los efectos del calor es la deshidratación. Para combatirla lo principal es el consumo abundante de agua. Los profesionales afirman que es recomendable beber al menos dos litros de agua al día para que nuestro cuerpo funcione correctamente. La ingesta de líquidos además de ayudarnos a regular la presión arterial o evitar los mareos propios del verano, es fundamental para mantener en forma nuestra piel.
Por otro lado, no podemos olvidar la necesidad de aplicar cremas, lociones o aceites corporales adecuados que hidraten diariamente nuestra piel. De esta forma no solo mejorará su salud, sino también su aspecto, mostrándose más tersa y jugosa. Asimismo, mantener una buena hidratación nos ayudará a combatir las quemaduras solares.
De igual modo, debemos pensar en la manera en la que nuestros hábitos pueden verse afectados en verano. Es recomendable, por ejemplo, evitar la exposición solar las horas posteriores a la depilación con técnicas de arranque, como la cera o las máquinas depiladoras.
Evitar las bajadas de tensión
El calor influye en gran medida en la presión arterial de las personas. Se trata de una situación que puede volverse especialmente molesta para aquellas que tengan la tensión baja, ya que el calor puede contribuir a la aparición de mareos o mismo de desmayos. Para evitar estas situaciones es importante mantenerse a temperaturas moderadas y frías. Para conseguirlo es importante llevar ropa adecuada que nos permita transpirar adecuadamente y así permitir que nuestro organismo regule de forma autónoma la temperatura corporal.
Otro aspecto que debemos cuidar es la alimentación. Aprovechar las comidas frescas y ligeras nos permitirá evitar digestiones pesadas que nos dejen sin energía. Algunas ideas como los gazpachos o las frutas pueden ayudarnos a mantenernos sanas y sanos a lo largo de los meses de verano.
Además de estos cuidados, existen algunas recomendaciones generales que no debemos perder de vista. Evitar la exposición al sol durante las horas más calurosas del día y una hidratación continuada nos permitirá disfrutar del verano sin contratiempos.