Hacer un montaje de imágenes es un proceso muy sencillo a día de hoy. Ya no hace falta tener que estar utilizando herramientas complicadas, o haberse sacado un master de diseño gráfico para saber lo que se está haciendo. Herramientas cómo Movavi Photo Editor han sido concebidas para ser utilizadas de manera intuitiva; con tan sólo echar un vistazo a las opciones disponibles sabremos más o menos cómo guiarnos para conseguir los resultados deseados.
Los montajes más sencillos de hacer son aquellos en los que se cambia únicamente el fondo. Por ejemplo, podemos coger una foto nuestra y ponernos al lado de una chica a la que hacer pasar por nuestra novia, podemos usar una foto con nuestra pareja para fingir que hemos viajado por todo el mundo, o lo que se nos ocurra.
Dependiendo de nuestra pericia podemos lograr efectos más o menos logrados que, incluso, se puedan confundir con la realidad.
Pasos para hacer un montaje fotográfico cambiando el fondo
- Imagen: Lo primero que tenemos que hacer es seleccionar una buena imagen, tanto en la que nos vamos a recortar como en la que nos vamos a pegar. La calidad de ambas debe ser buena. El fondo debe de verse claro, con una calidad acorde a la de nuestra fotografía. Esta última debe ser fácil de recortar, que realmente exista un contraste entre nosotros y el fondo.
- Herramientas de recorte: Dependiendo del software que estemos utilizando estará disponible una u otra herramienta de recorte. Hay algunas mejores que otras, pero lo cierto es que siempre necesitaremos tener un cierto pulso con el ratón. Las herramientas más avanzadas son capaces de detectar el fondo de manera automática y orquestar el recorte por ellas mismas. Pero todo sea dicho, no siempre consiguen un buen resultado.
- Trabajo por capas: Una vez que tenemos el fondo por un lado y nuestra imagen por otra, ha llegado el momento de trabajar por capas. Sitúa el fondo en la posición correcta y luego coloca tu imagen encima, de una forma lógica.
- Brillo, contraste y color: Lo más probable es que el fondo no tenga ni la misma iluminación, ni el mismo color o saturación que tú fotografía. Tendremos que jugar con los diferentes ajustes para conseguir el efecto más realista posible.
Simplemente guarda la foto y presume tu pericia como diseñador gráfico sin serlo necesariamente.
