Hoy día utilizamos los ordenadores portátiles para prácticamente todo, no hay hogar que no cuente con uno (o varios) e incluso son el único gadget tecnológico de muchas personas. Aunque es muy normal que dadas las fechas queramos esperar al Black Friday, aquellos a los que no les guste esperar o que necesiten cambiar su equipo con urgencia aún pueden encontrar portátiles de calidad a precio bajo. Eso sí, una vez hemos decidido comprar es importante saber cuáles son las necesidades que tenemos para adquirir un portátil adecuado. Por eso, aquí va una lista de elementos a tener en cuenta cuando necesitemos cambiar de portátil.
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Lo primero y más básico antes de empezar a mirar distintas opciones. ¿Para qué necesitamos el portátil? Para las personas que simplemente quieran tener un equipo en casa con el que poder gestionar sus aplicaciones de ofimática, disfrutar de contenido audiovisual sin más preocupaciones o incluso trabajar desde casa los más interesantes son equipos de 15 y 17 pulgadas ya que, aunque sean más pesados, suelen incluir componentes más potentes que lo hacen la opción más natural para el hogar. Por el contrario, para los que prioricen la movilidad la mejor solución está en ordenadores de 13 o 12 pulgadas. Existen modelos de menor tamaño pero, aunque sean más ligeros (y por tanto más transportables), son incómodos para trabajar con ellos, lo que me hace descartarlos.
Batería
Una vez más la duda está en cuál será nuestro lugar más frecuente de uso del portátil. Aunque es cierto que los equipos de mayor tamaño incluyen mejores baterías, lo contrarrestan con mucho peso, con lo que quedan descartados como opción portable. Los modelos pequeños de hoy día, no obstante, tienen una autonomía más que suficiente siempre que nos movamos en modelos que cuenten con baterías de seis celdas o más. Eso sí, cuidado con los programas que utilizamos ya que más de uno puede dejarnos secos el portátil en poco tiempo sin darnos cuenta.
RAM, procesador y gráfica
Aquí está el quid de la cuestión. ¿Qué uso le vamos a dar al portátil? ¿Queremos algo simple para ofimática y consumo de contenido o necesitamos una máquina capaz de tirar con programas que exijan más potencia? ¿Vamos a jugar a videojuegos o no? Todas estas son preguntas cuyas respuestas debemos tener claras antes de comprar nada ya que de ello dependen componentes básicos del equipo como la RAM, el procesador o la gráfica. Mi recomendación es, en la opción más básica, un portátil con 8 GB de RAM, un procesador i3 y, para aquellos que no quieren jugar, una gráfica integrada. Desde aquí, un paso más sería un i5 con 16 GB de RAM y una gráfica ATI o Nvidia (obligatoria para los jugones y trabajadores del campo audiovisual).
¿HDD o SDD?
Por último, la pregunta que genera más dudas y cuya respuesta es la más clara. ¿Disco duro o SSD? Siempre SSD. En pleno 2018 las opciones de almacenamiento en la nube son extensísimas, desde Drive o Dropbox hasta iCloud o OneDrive. Si aún así se necesita tener la información en formato físico, se pueden encontrar en el mercado discos duros portátiles a precios muy bajos. Por eso, mi opción es siempre SSD y que el equipo será más rápido y ligero, algo básico en un portátil.