La Organización Mundial de la Salud ha estimado que un estilo de vida sedentario es el cuarto factor de riesgo más importante para la mortalidad mundial y está asociado con 3,2 millones de muertes cada año. Para evitar los riesgos para la salud, la OMS recomienda que los adultos hagan al menos 150 minutos de actividad cada semana, como correr, nadar o incluso dar paseos rápidos. La actividad física constante reduce el riesgo de enfermedades como el cáncer, la hipertensión, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.
En España, alrededor 30% de la población de 18 a 69 años de edad se puede considerar sedentaria al no realiza ninguna actividad física en su tiempo libre, incluso en cantidades moderadas. La estimación en toda Europa es que las personas sedentarias representan un tercio de los adultos y dos tercios de los adolescentes. Una información preocupante que llevó a la OMS a pensar en la primera Estrategia sobre actividad física para la Región Europea 2016-2025. El objetivo es alentar a los europeos a abandonar la vida sedentaria y reducir las tasas de sobrepeso y obesidad que están aumentando drásticamente.
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Consecuencias y riesgos para la salud del estilo de vida sedentario
La actividad física constante es buena, ya que reduce el riesgo de enfermedades como el infarto de miocardio, accidente cerebrovascular, trombosis venosa y embolia pulmonar. De hecho, existe una relación positiva entre ejercicio físico constante y moderado con la probabilidad de padecer enfermedades causadas por trombosis de las arterias o venas. Este tipo de hábito también se asocia a menudo con una dieta rica en calorías que contribuye al problema del sobrepeso y la obesidad.
La ausencia de actividad motora también puede conducir a la diabetes tipo 2 y aosteoporosis, una enfermedad creciente entre las mujeres españolas, pero también cáncer de colon y de mama. Sin mencionar que el estilo de vida sedentario a menudo va acompañado de la tendencia a asumir posturas incorrectas, lo que pone en riesgo el aparato osteomuscular y osteoarticular. La práctica regular de la actividad física también tiene el poder de mejorar la autoestima y el bienestar, reduciendo la ansiedad y la depresión.
Consejos para evitar el estilo de vida sedentario
Los riesgos de un estilo de vida sedentario pueden reducirse por la alternancia de las actividades sedentarias con movimientos simples como levantarse y caminar a un ritmo normal durante 2-5 minutos cada hora, e incluso decidir utilizar las escaleras en lugar del ascensor. El cambio de postura de sentado a parado puede desencadenar procesos beneficiosos importantes. La vida sedentaria también se combate, con descansos cortos que interrumpen las horas de permanencia inmóviles.
Un buen ejercicio incluye caminar, ir a bailar o hacer las tareas del hogar. ¿Y por qué no reemplazar el automóvil o el transporte público por la bicicleta? Pero, ¿cuál es la actividad física más apropiada para personas de cierta edad? Para vencer al estilo de vida sedentario, una persona mayor debe dedicarse a caminar, ya que es una actividad de bajo riesgo para las lesiones y beneficiosa para el sistema respiratorio y cardio-circulatorio. Además de ejercicio físico, también es fundamental llevar una dieta basada en alimentos bajos en grasas saturadas.