El Kéfir es un alimento fermentado hecho de granos de Kéfir, que en realidad son un grupo de bacterias, levaduras y polisacáridos. Esta bebida proviene del Cáucaso, una región entre Rusia y Georgia. La fermentación del Kéfir, como cualquier proceso de lactofermentación, siembra nuestros intestinos para optimizar el trabajo de clasificación y eliminación en el proceso de digestión de los alimentos.
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Los beneficios del Kéfir
Las bacterias juegan un papel vital en nuestra salud. El Kéfir ofrece muchos beneficios gracias a su contenido de bacterias y levaduras llamadas «probióticos». Veamos cuales son los principales beneficios para la salud.
Activa el sistema digestivo
Nuestros intestinos necesitan ser colonizados por bacterias amigables. Cuando estos están presentes en una proporción suficiente, el sistema digestivo funciona perfectamente y los nutrientes serán perfectamente asimilados. La digestión de los alimentos mejora gracias a que las bacterias descomponen los nutrientes más grandes en otros más pequeños, lo que los hace biodisponibles para el cuerpo. En el colon, se descomponen alimentos que no han sido metabolizados por el intestino delgado y activan la eliminación de sustancias tóxicas. También regulan la acidez del estómago.
Fortalece la flora intestinal
El Kéfir se recomienda para aquellos que necesitan tomar antibióticos o que acaban de tomarlos, ya que restaura la flora intestinal destruida por los antibióticos. En general, toda la flora intestinal es resembrada por bacterias buenas, lo que contribuye a una salud óptima. Además, se activa el tránsito intestinal, lo que permite una mejora en los problemas de estreñimiento.
Reduce los problemas de intolerancia a los alimentos
La flora intestinal también afecta el grosor y la renovación de la mucosa intestinal, lo que significa que evita el fenómeno de la permeabilidad intestinal, causando muchas intolerancias alimentarias. Los materiales alimenticios no digeribles no están circulando en la sangre, pero se degradan dentro de los intestinos, lo que juega un papel inmunológico (especialmente el del resto de las bacterias, como veremos más adelante).
Los estudios en ratones han demostrado que la ingestión de Kéfir fresco o liofilizado disminuye la respuesta inmune específica a un alergeno alimentario, la ovoalbúmina. La ingestión del Kéfir liofilizado también reduce la respuesta inflamatoria de la mucosa bronquial causada por la reacción alérgica en ratones. De hecho, la ingestión de Kéfir disminuye la tasa de indicadores de la respuesta inmune (IgE y citoquinas) y, paralelamente, las manifestaciones asmáticas de broncoconstricción y producción de moco causado por la respuesta inmune al alérgeno.
Fortalece el sistema inmune
Los fermentos lácticos que contiene el Kéfir tienen efectos antibacterianos y, por lo tanto, protegen al cuerpo de las infecciones. De hecho, las bacterias probióticas limitan la posibilidad de un crecimiento excesivo de patógenos y la putrefacción de las bacterias en los intestinos. Es un verdadero desinfectante natural, que promueve el metabolismo y la respiración celular.
Reduce la presión arterial
Con base en nueve estudios existentes, los investigadores examinaron la relación entre la presión arterial y el consumo de bacterias probióticas en 543 adultos. Según el estudio publicado el 21 de julio de 2014 en el periódico Hypertension , el consumo de sustancias probióticas, incluido el Kéfir, disminuiría la presión arterial de 2,97 mml de mercurio en promedio (hablamos de hipertensión cuando el valor es más alto). a 90 mml). Además, consumir probióticos multibacterianos ayudaría a disminuir la presión arterial, mientras que los que contienen una sola bacteria no producirían tales efectos.
Reduce el riesgo de eczema
La apariencia del eccema parece deberse a una mala permeabilidad del sistema digestivo o a una flora intestinal desequilibrada. Es comprensible por qué el consumo de Kéfir parece tener un efecto positivo sobre el eczema.
Propiedades antioxidantes
Estudios sobre diferentes tipos de células humanas han demostrado que un extracto acuoso de Kéfir limita el daño celular inducido por la exposición a los rayos ultravioleta. Han demostrado un efecto del extracto de Kéfir sobre varios factores involucrados ya sea en la destrucción de las células o en su reparación. El más revelador es la rápida disminución de los radicales libres generados y el aumento de la actividad de un sistema dañado de reparación del ADN, la escisión de los dímeros de timina. La propiedad antioxidante del Kéfir también se ha demostrado en modelos animales. En ratones, la ingestión de Kéfir disminuye el daño oxidativo inducido por un agente tóxico, el tetracloruro de carbono, en tejidos hepáticos y renales. En este experimento, tiene una capacidad antioxidante mayor que la, bien conocida, de la vitamina E.
Promueve la actividad antitumoral
Algunos estudios han demostrado un efecto inhibidor del Kéfir sobre el desarrollo de tumores y la proliferación de células cancerosas. Observaron que la administración oral de un polisacárido soluble aislado de granos de Kéfir, presumiblemente Kéfiran, inhibe el crecimiento de tumores inducidos en ratones. El efecto observado contra este tipo de tumor se reiteró en ratones con ingesta oral de Kéfir o jugo de soja fermentado por granos de Kéfir. También han notado que el Kéfir lácteo, agregado a cultivos celulares de origen humano, reduce la proliferación de células de cáncer de mama sin alterar la proliferación de células epiteliales sanas.
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