Si eres donante de riñón o te estás planteando convertirte en uno, vamos a analizar algunas de las particularidades que te permitirán conocer el modo en que se va a desarrollar tu vida a partir de este momento.
A día de hoy, son muchos más de los que podamos imaginar que han donado uno de sus riñones por muy diferentes razones, gracias a lo cual podemos entender un poco mejor el modo en que se desarrolla la vida a partir de ese instante en que decides donar uno de tus órganos con el objetivo de salvar la vida a otra persona. A continuación vamos a analizar algunos aspectos que consideramos clave y que nos pueden ayudar a tomar una decisión acertada si en algún momento llega el instante en el que necesitemos planteárnoslo.
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Razones por las que muchas personas donan un riñón en vida
Hoy más que nunca, vivir con un riñon no sólo es posible sino que además tenemos la posibilidad de disfrutar de una calidad de vida plena y sin tener que renunciar a prácticamente nada, de manera que se trata de una alternativa por la que cada vez son más las personas que optan.
Evidentemente en cuanto a razones tenemos un amplio abanico de alternativas entre las que elegir, y es que por norma general lo más habituales donar un riñón alguien que es querido para nosotros, es decir, para un familiar o un amigo que es muy importante en nuestras vidas. Sin embargo, debido a los cambios sociales y a las mejoras en la calidad de vida de los pacientes que tienen tan sólo un riñón, cada vez son más los que deciden ofrecer su riñón con el objetivo de poder salvar la vida de aquella persona que lo puedan necesitar, muchas veces desde el anonimato aunque en ocasiones prefieren conocer al que lo va a recibir.
¿Hay riesgos al vivir con un único riñón?
Pero también es muy importante que conozcamos los posibles riesgos que supone el donar un riñón, es decir, vivir con un único riñón, y en este sentido debemos empezar por los riesgos habituales que son la anestesia y la propia intervención. Es decir, aunque se trata de algo que cada vez se practica más y, por tanto, se tiene una mayor experiencia, al tratarse de cirugía siempre existe algún riesgo por pequeño que sea.
Sin embargo, una vez que superamos esta fase, por norma general nuestra vida va a ser exactamente igual que era, ya que prácticamente el único riesgo que tendríamos sería que se produjese un traumatismo renal grave que evidentemente en este caso no nos afectaría muy negativamente, aunque está claro que estamos hablando de algo muy poco probable.
Y por supuesto tampoco nos va a afectar a nivel de embarazo, es decir, una mujer embarazada que tenga sólo un riñón no debe ver alterado su embarazo, aunque en estos casos siempre se recomienda que exista un mayor control sobre todo con relación con el sobrepeso, ya que puede afectar negativamente a la salud de todos nuestros órganos, por lo que evidentemente en este caso tenemos que cuidar mejor el riñón, y también deberemos vigilar un poco más la presión arterial para asegurarnos de que se encuentra dentro de los márgenes adecuados.
Cómo va a ser tu vida a partir de ahora
Como podemos observar, vivir con un riñón no es algo del otro mundo, ni significa que vayamos a tener que cambiar por completo nuestra vida, nos tengamos que sacrificar más, evitar comer determinados alimentos, etc., sino que en cualquier caso todo va a ser exactamente igual que era hasta la fecha, con la particularidad de que evidentemente ahora tan sólo tenemos un riñón, lo que significa que debemos extremar sus cuidados de la misma forma que hacemos con el corazón o con cualquier otro órgano unitario.