El sector de los servicios financieros al consumidor afronta en la actualidad profundos cambios. Uno de los más llamativos, por su preponderancia, es la digitalización de múltiples opciones y servicios en beneficio de los usuarios. En esa realidad, las empresas de minicréditos rápidos parten con ventaja.
Por un lado, la digitalización de los servicios financieros y bancarios, que propone aliviar muchos de los trámites y de la burocracia anteriormente existente en el sector; pero por otro lado, también está el tema de adaptarse plenamente a la realidad de los usuarios, e incluso, a su ubicación geográfica, donde las plataformas de minicréditos rápidos por internet toman gran ventaja, ya que mientras en algunos pueblos no hay oficinas comerciales de la mayoría de los bancos -e incluso en algunos barrios de ciudades principales del país-, estas plataformas dan sentido a la afirmación del título, al ofrecer un servicio totalmente digital, siendo una financiación que puede llegar a cualquier rincón.
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¿Qué es y cómo funciona un minicrédito rápido?
En el nombre que se le da a estos productos, los minicréditos rápidos, confluyen dos términos que son cruciales para entender el funcionamiento de estos, y es que los minicréditos por sí mismos hacen referencia a un modelo de financiación de bajas cuantías de dinero, siempre útiles, como un colchón adicional para resolver imprevistos; pero poco más que eso, porque rara vez pasarán de 500 euros -de ahí en adelante, se habla de microcréditos o de préstamos rápidos-.
Pero además, está el concepto de rápido, siendo la principal razón de que los productos de todas estas empresas se hayan popularizado tanto y hayan conseguido llegar a los rincones más alejados de los centros urbanos del país, ofreciendo soluciones adaptadas a cada realidad. Y es que los minicréditos rápidos son esencialmente rápidos, aprobándose en cuestión de 15 a 30 minutos en la mayoría de las plataformas, y mucho más rápido cuando ya se cuenta con un historial en estas empresas.
¿Cómo funcionan?
La solicitud se hace por internet, siendo el usuario el que delimita la cantidad a solicitar y el plazo para su devolución, y a partir de dichos valores, las plataformas calcularán las cuotas y los intereses.
Todos los datos y detalles se envían de manera telemática -nunca hay que salir de casa ni acudir a ninguna oficina-, y la aprobación se envía mediante notificación por SMS, correo electrónico u otro canal que la empresa disponga para ello, siendo el tiempo de espera muy corto, entre 15 minutos y 1 hora.
A partir de ahí, de inmediato el usuario podrá contar con el dinero en su cuenta bancaria y tendrá libre utilización de los fondos, siendo esa otra de las razones para contar siempre con estas alternativas.
Principales ventajas de solicitar un minicrédito rápido
Teniendo en cuenta lo que se decía al inicio de los cambios que la banca tradicional y los servicios financieros están viviendo, la posibilidad de tener el dinero a un clic de distancia es una de las grandes ventajas de los minicréditos rápidos, como servicio y como empresas que lo ofrecen.
Pero además de ello está el tema de adaptarse plenamente a las realidades de sus usuarios, ya que además de poder llegar a cualquier barrio, ciudad, pueblo o rincón rural mediante sus servicios totalmente digitalizados, muchas empresas ofrecen oportunidades de financiación sin tasas de interés bajo ciertas condiciones; otras ofrecen minicréditos para emprendedores con tasas de interés preferenciales, mientras que no dejan de ser interesantes los minicréditos que se pueden solicitar estando en ASNEF o en el paro, aunque muchas veces con importes de aprobación ligeramente inferiores.
La libre utilización, la negociación o personalización de los plazos y la posibilidad de crear un historial crediticio que permita luego acceder a financiación económica, son solo algunas de las ventajas -y por supuesto razones de su uso- de los servicios de minicréditos rápidos por internet.
