España contaba en 2020 con más de 22.000.000 de personas con póliza de decesos, según los datos aportados por el Servicio de Estadísticas y Estudios del Sector Seguros en España que aparecen en el Informe Estamos Seguros 2020 de UNESPA, la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras.
Eso implica que prácticamente el 60% de los sepelios en el país son cubiertos por este tipo de pólizas, un dato muy elevado. No obstante, una ínfima cantidad de esas personas incluyen un servicio funerario con una visión respetuosa con el medio ambiente. El término de ecofuneral, por tanto, es todavía desconocido por muchos usuarios.
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Ecofuneral, los sepelios más ecológicos
Un ecofuneral, también denominado funeral ecológico, es un servicio funerario habitual, clásico, pero con un principio básico añadido, intentar reducir lo máximo posible la huella ambiental, para contribuir en lo mínimo posible a agravar la crisis ecológica que vive el planeta Tierra.
Un seguro de defuncion en un sepelio de estas características cubre las mismas tradiciones funerarias que otra póliza habitual pero considerando acciones que vayan enfocadas a reducir las emisiones contaminantes y preservar la biodiversidad, los recursos hídricos y los ecosistemas.
Para hablar de ecofuneral es aconsejable acudir a lo que dicta la ONG Fundación Terra, que habla de nueve principios básicos con los que lograr ese impacto mínimo en el medio ambiente.
¿Qué caracteriza a un ecofuneral?
Los sepelios de este tipo están marcados por el uso de productos y materiales que no sean desechables, para reducir así el número de residuos. Por otra parte, se intenta reducir la utilización de componentes sintéticos que no sean biodegradables y los químicos tóxicos.
En cuanto a la energía, se priorizan las instalaciones en las que se haga uso de energía renovable. Volviendo al consumo de materiales, se busca siempre incorporar productos de proximidad, tanto en los materiales de los féretros como en las flores.
Con respecto a los materiales, al no usarse, o al menos reducir el número de componentes sintéticos, aquellos que no son biodegradables, es aconsejable decantarse por productos naturales como la madera, la sal o la arena, y que estos tengan certificación ambiental verificada.
Todo está pensado para que el sepelio sea similar a un entierro o un funeral tradicional pero incorporando esa visión medioambiental que ayude a reducir las emisiones contaminantes. Por otra parte, hay un cambio también en el propio proceso del funeral, pues se considera que es más positivo un uso racional de los ornamentos. Los decesos, que son tristes per se, han de vivirse más como un enfoque personal y vivencial, que como un simple trámite.
¿Cómo son los ecofunerales, cómo se celebran?
Las diferencias principales entre un funeral tradicional y uno con marcado carácter ecológico o ambiental está en los detalles. Un féretro suele incluir de 40 a 60 kilogramos de madera, si esa madera procede de bosques sostenibles y además es de kilómetro cero, el impacto contaminante es mucho más reducido.
A su vez, estos sepelios se pueden realizar en un cementerio natural o en una cremación ecológica, proceso que incluye varias fórmulas para descomponer el cuerpo de la persona fallecida. En ese caso no se trata de una incineración tradicional, que es usando el fuego como elemento de combustión, sino que son procesos de hidrólisis o congelación con químicos.
Cuando se trata de un cementerio natural lo que se realiza es un enterramiento del cadáver pero envuelto en un diario tejido a partir de fibras naturales. En la incineración las urnas están elaboradas con materiales naturales como los citados anteriormente y la idea es que puedan integrarse con la naturaleza.
Esto en caso de querer depositar las cenizas en un entorno natural. Para mantenerlas se opta por contenedores también elaborados a partir de materiales naturales o reciclados.
Un proceso creciente, pero aún de bajo calado en España
El ecofuneral es un proceso por el que se interesan cada vez más compañías aseguradoras, pero que todavía no aparece como un servicio básico, sino más bien como un añadido. En cualquier caso, el crecimiento en el número de intervenciones de este tipo va a depender del interés que muestre la ciudadanía.
No existen aún datos fiables del número de sepelios que se celebran siguiendo este esquema, pero de lo que sí hay certeza es de la creciente preocupación ambiental en España por parte de la ciudadanía. En este sentido, es importante no olvidar que la Península Ibérica es un territorio muy sensible al cambio climático y al inminente proceso de desertificación asociado al calentamiento global.