Desarrollamos los aspectos básicos del Kanban, el sistema de tarjetas con el que se consigue una mejor producción empresarial, y que ya cuenta con una versión digital.
Se conoce como Kanban al sistema de información que en las últimas décadas ha ido ganando en popularidad y que implementó por primera vez la fábrica Toyota con el fin de armonizar la producción. Las empresas de todos los ámbitos reconocen este sistema cómo uno muy eficaz, ya que reconoce que los sistemas de producción sólo tienen sentido en función de la demanda del cliente.
A finales de la década de los 40, la empresa Toyota aplicó lo que se conoce como “just a time”, un sistema de arrastre con el que se consigue optimizar la producción minimizando los desperdicios. Al Kanban también se le conoce como un sistema de tarjetas, ya que si se implementa de modo sencillo, consiste en pegar tarjetas en los contenedores de materiales que se van despegando cuando se utilizan.
El tablero básico del sistema consta de tres apartados: “Por hacer”, “En proceso” y “Hecho”. Con ello se puede visualizar la producción perfectamente y subrayar los fallos pudiendo determinar donde se producen.
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El Kanban se asienta sobre unos principios básicos
También la industria del software tomó al Kanban como referente y hoy éste se puede encontrar en el inbox zero, la bandeja de entrada de los principales sistemas de producción si se quieren ágiles y eficaces. El Kanban, que se traduce en japonés cómo letrero o valla publicitaria, se asienta sobre unos principios básicos.
- El primero es que se puede implementar sin tener que parar la producción al no requerir configuración. No hay que realizar cambios drásticos.
- El segundo principio es el compromiso a detectar y poner en marcha cambios importantes pero evolutivos, nunca traumáticos, sino cambios perceptibles que no alteren el funcionamiento general. Los cargos de la empresa, los procesos y las responsabilidades se respetan al implementar el sistema, ya que el sistema se aplica poco a poco, lo que hace que el miedo a los cambios no se produzca y que la empresa mejore en su producción de un modo que parece natural, sin sobresaltos para nadie ni nada.
- Otro de los principios en los que se asienta, es en fortalecer el liderazgo. Se crean dinámicas en las que se fortalece el trabajo de los responsables de los equipos de trabajo fomentando la implicación y la mentalidad positiva.
Un objetivo: sacar el máximo provecho empresarial de cada negocio
David Andersen, el hombre encargado de desarrollar este sistema que a pesar de su edad es toda una novedad, señala 6 prácticas que ninguna organización empresarial que aplique el método debe de dejar pasar si quiere conseguir el éxito.
Lo primero es visualizar el método de trabajo de principio a fin, ya que sólo entendiendo cómo se organiza cada empresa se pueden detectar las debilidades para poder hacer ajustes. Se deben de ir eliminando las interrupciones y eso pasa por establecer el límite de trabajo en cada proceso.
También es importante saber gestionar el flujo de trabajo, consiguiendo que sea ininterrumpido, realizar políticas bien explícitas familiarizando a las personas implicadas en el proceso común, crear circuitos que se retroalimentan -de modo que las reuniones donde se intercambia información sean muy importante- o, fomentar la colaboración como método inequívoco de una mirada compartida y un objetivo de trabajo común.
Las nuevas tecnologías han hecho que el Kanban evolucione y el tablero del Kanban actual tiene en cuenta a los colaboradores remotos de las empresas que muchas veces son un problema en la escala de producción de éstas.
Puede conocerse más del Kanban actual y de sus tableros en inbox zero.
Investigando en ellos se encuentran los tableros que se ajustan a cada caso para poder sacar el máximo provecho empresarial de cada negocio, y es que los tableros digitales no han dejado de lado a los tableros físicos, sólo se complementan.
