Por cultura general muchas personas están acostumbradas a confiar al cien por cien en los médicos. A lo largo de los años se ha reconocido a estos profesionales como personas de amplio conocimiento, cualquiera de sus sugerencias o procedimientos pueden llegar a ser la última palabra, tanto en el quirófano como en la consulta general. Sin embargo, como seres humanos en ocasiones también se equivocan, en ocasiones por falta de conocimiento y en otras por creer que era la mejor solución, pero sin importar el origen del problema se trata de una negligencia médica.
Aunque en algunos casos pueda ser fácil conocer las razones de este problema, también existen otras características y aspectos que pueden identificarlo. Además, dependiendo del tipo de negligencia médica, existen varias alternativas y procedimientos a realizar, en la mayoría de las ocasiones el médico y el hospital deben hacerse responsables del problema.
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¿Cómo identificar una negligencia médica?
El método más fácil de identificar una mala praxis médica es cuando existe un error en el tratamiento asignado a un paciente y éste resulta lesionado. También puede identificarse una negligencia médica cuando no se realiza ningún tratamiento que pudiera haber evitado las consecuencias. Este tipo de lesiones pueden ser tanto físicas como psicológicas. En cualquier caso, la institución médica y el profesional encargado de ese paciente deberán asumir la responsabilidad de sus acciones.
Igualmente existen otros tipos de negligencia que pueden ser habituales, por ejemplo:
- No hacer un seguimiento después de una operación importante.
- Aplicar un tratamiento muy agresivo sin protección o previsiones.
- Olvidar algún material quirúrgico dentro del paciente.
- Transmisión de enfermedades a través de transfusiones sanguíneas o infecciones intrahospitalarias.
- Intervenciones innecesarias.
Primeros pasos para hacer frente a una negligencia médica
Si se sospecha de un caso de negligencia médica, es importante contar con asesoría legal, el abogado David Díez cuenta con la experiencia facultativa para determinar el procedimiento posterior al descubrimiento de una negligencia médica. Lo que se recomienda es lo siguiente:
Paso 1: Recopilar cualquier tipo de documento que haya sido emitido por el hospital, por el médico y por la aseguradora, incluso las recetas médicas pueden formar parte de estos documentos. Lo importante es contar con una buena selección de documentos que evidencian lo ocurrido.
Paso 2: Es importante generar evidencia visual, pueden ser fotografías o vídeos, lo que se quiere es documentar las consecuencias físicas externas que pueda presentar el paciente. Muchas veces éstas son las más representativas en los casos.
Paso 3: Seguidamente debe identificarse en qué grupo de negligencia se encuentra la lesión ocurrida. Entre ellos se encuentran los siguientes procedimientos:
- Reclamación por responsabilidad patrimonial: Ésta se realiza ante la Consejería de Sanidad si la lesión fue ocurrida en una institución médica pública. Puede solicitarse inmediatamente después de ocurrida la lesión hasta transcurrido un año como máximo. En caso de que la consecuencia de la negligencia se presente después de que el paciente haya sanado, se empezará a contar desde su alta o desde que el doctor asegure que está recuperado.
- Demanda por responsabilidad civil: Se realiza ante institutos médicos privados, se procesa en Tribunales de Jurisdicción Civil. El plazo para llevarlo a cabo puede ser desde un año hasta 15 años después de ocurrida la lesión.
¿Puede procesarse la negligencia en jurisdicción penal?
Esta vía puede ser más complicada, sin embargo es una de las opciones más factibles para el afectado si se trata de situaciones más graves. En estos casos no es necesario diferenciar si la negligencia se llevó a cabo en un ámbito público o privado.
Este procedimiento no es el más recomendado en la mayoría de los casos, bien puede realizarse a través de la vía civil o contencioso-administrativo si se trata de lesiones menores que no pongan en peligro la vida del paciente o que exista un procedimiento que pueda resolver el daño con consecuencias mínimas. Pero puede ser un método fácil y eficaz cuando existen algunas características más graves, como las siguientes:
- Cuando la negligencia dé como resultado una lesión grave, una enfermedad incurable o el fallecimiento del paciente.
- Contagio de VIH u otras enfermedades de tipo sexual.
- Cuando existe un daño neuromotor.
- En caso de discapacidad visual, motora, auditiva, etc.
Con esta vía se busca una pena de prisión al médico responsable, una inhabilitación profesional o una indemnización por daños causados. La vía penal es más fácil de procesar si se evidencia la existencia de un delito.