A pesar de ser relativamente pequeña, Formentera ofrece un buen número de atractivos para el visitante.
Cuando hablamos de vacaciones, entre los destinos más recurrentes siempre se encuentran las islas Baleares. Y de éstas, a pesar de ser una de las más pequeñas en cuanto a extensión, Formentera es siempre una buena idea. No importa si vas a viajar en familia, en pareja o con un grupo de amigos. La isla tiene un montón de cosas para disfrutar de tus días de descanso.
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Disfrutar del sol y la playa
Como no puede ser de otra manera cuando se trata de una isla, Formentera tiene playas en las que pasar el día disfrutando del sol. Además, puedes encontrar algunas de las playas más bonitas del mundo, que no tienen nada que envidiar a otros destinos más exóticos. El color del agua tiene una intensidad que posiblemente no hayas visto nunca, además de una arena blanca y fina que recuerda a los mejores paraísos caribeños.
Visitar el Faro de la Mola
Sobre un acantilado a más de 120 metros sobre el mar se encuentra el Faro de la Mola. Un edificio que no llama demasiado la atención por su planta, aunque sí por la ubicación en la que se levantó. Las vistas que ofrece son impresionantes y es uno de los lugares más recomendados para ver cómo amanece en Formentera, observando la salida del sol en el horizonte. También es un punto ideal para disfrutar de la esencia más pura del paisaje mediterráneo.
Ir a Espalmador
A medio camino entre Formentera e Ibiza se encuentra la pequeña isla de Espalmador, una propiedad privada a la que solo se puede llegar en barco. Está ubicada dentro de un espacio protegido, ya que en el lecho marino hay un importante reducto de la Posidonia Oceánica, una planta marina de alto valor ecológico que es la responsable de que las islas tengan unas aguas tan limpias.
La isla es un sitio al que ir para perderse todo el día. No hay tiendas ni comercios, por lo que se recomienda llevar agua, protección solar y algo de comer. Aunque es un lugar perfecto para disfrutar de la playa y todos los días hay gente que se acerca para hacerlo.
Pasear por pueblos con encanto
Formentera no tiene grandes poblaciones en las que encontrar un centro comercial. Aunque esto es en sí una ventaja si lo que te gusta es visitar los tradicionales pueblos mediterráneos, blancos y luminosos. Son tranquilos y parece que en ellos no pasa el tiempo, lo que los convierte en lugares perfectos para descansar de verdad.
Ir de compras a un mercadillo
Al igual que ocurre con Ibiza, en Formentera aún quedan restos de la cultura hippie. Se puede ver claramente en los mercadillos de artesanía, donde dedicarse solo a pasear y ver cosas o llevarse un recuerdo de lo más original. Algunos como el de Sant Francesc abren todos los días, mientras que otros solo lo hacen una o dos veces a la semana.
Ver ponerse el sol
Marcar el lugar ideal desde el que ver cómo se pone el sol en Formentera es imposible. No porque no los haya, sino por todo lo contrario. Cualquier sitio es perfecto para disfrutar de la escena. Por ejemplo en Cala Saona tendrás una imagen que se grabará en tu retina para siempre.
Cómo llegar a Formentera
Para llegar a Formentera lo normal es llegar en avión hasta Ibiza y desde allí coger un barco que nos acerque a la isla. El viaje desde Ibiza a Formentera dura alrededor de media hora, y hay varias empresas que ofrecen el servicio en diferentes horarios como aquabusferryboats.com. Desde el aeropuerto hasta el lugar desde el que salen los barcos hay una línea de autobús que los comunica. Incluso puedes hacer una excursión de un día a Formentera si estás de vacaciones en Ibiza, aunque seguro que te sabe a poco y quieres pasar más tiempo allí.